Era la época del Internet naciente. Las computadoras se conectaban entre sí, el email comenzaba a reemplazar cartas, y el mundo parecía volverse más rápido…
Pero también más vigilado.
Los gobiernos —especialmente el de Estados Unidos— empezaron a ver la encriptación fuerte (la que realmente protege tus datos) como una “munición digital”. Literalmente.
Sí: usar criptografía avanzada estaba prohibido en muchos países.
Consideraban que solo debía usarse con fines militares.
¿Y qué hacías si querías privacidad como ciudadano común?
Spoiler: nada. No podías.
Frente a eso, en 1992, un grupo de genios, hackers, activistas y filósofos digitales empezó a reunirse.
Lo hicieron por email, y fundaron una lista llamada:
“Cypherpunks Mailing List”
Su lema era claro:
“La privacidad es necesaria para una sociedad abierta en la era electrónica.”
Se autodenominaron Cypherpunks, un juego de palabras entre cipher (código/encriptación) y cyberpunk (estética rebelde y tecnológica).
Querían que la privacidad fuera un derecho, no un privilegio.
Querían que cualquier persona pudiera comunicarse, enviar dinero, o navegar en internet sin ser espiado, controlado o rastreado.
Creían que la tecnología podía ser la nueva forma de resistencia, y que el software libre y la criptografía eran sus armas.
Los Cypherpunks no se quedaron solo en palabras. Algunos de los avances que salieron de esa comunidad fueron clave para lo que hoy conocemos como criptomonedas:
Además, se enfrentaron al gobierno de EE.UU. y lograron que la criptografía fuera desclasificada como “arma militar”, haciendo posible que hoy tú tengas cifrado en WhatsApp o puedas proteger tu billetera cripto.
Aunque nadie sabe quién es Satoshi Nakamoto, hay muchas pistas de que fue parte —o al menos, lector— de la lista de los cypherpunks.
Bitcoin es, en muchos sentidos, el resultado final de la misión cypherpunk.
Porque lucharon por el derecho a la privacidad antes de que supiéramos que lo necesitábamos.
Porque crearon tecnología libre para todos, sin esperar nada a cambio.
Porque su rebeldía fue constructiva, y su legado es global.
Y porque sin ellos, no estarías leyendo esto desde una app como Tulkit Pay, donde puedes tener tus cripto con libertad y seguridad, sin pedirle permiso a nadie.
Hoy, gracias a su visión, tú puedes tener tu propia billetera digital, enviar dinero sin bancos, y proteger tu plata en stablecoins o BTC con apps como Tulkit Pay.
📲 Descarga Tulkit y sé parte de la revolución que ellos empezaron.
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